Los Maromeros

Amables lectores, vamos hoy a recordar los gustos por la diversión de nuestra gente hace algunas décadas cuando arribaban al pueblo los juegos mecánicos, circos, y carpas con “enanitos” que por cierto, se comportaban muy majaderos por lo cual, aquella persona recatada o de pudor subido, le aconsejo que mejor no lea esta columna y me espere a la otra.Desde siempre, nuestra gente ha sido muy festiva y mantuvo muchas costumbres de los tiempos de La Colonia y por ejemplo, todavía en 1884, para solemnizar las fiestas del Corpus Cristi, se contrataban a los piteros y al teponaxtle y como lo cita nuestro historiador Francisco Miranda: “…se gastaban 9 arrobas de pólvora, 6 gruesas de cohetes de trueno, 4 cajas de cápsulas, 19 ruedas, 6 docenas de trueno grande, otras tantas de luz grande y 192 brujas… con lo cual se daba la suntuosidad debida”. Ya para los inicios del siglo veinte, se emitieron reglas para que se pudieran llevar a cabo las diversiones públicas. Por ejemplo, se requería una licencia firmada por el presidente municipal y además, la constancia de pago en la Oficina de Rentas bajo las siguientes cuotas: Para funciones de circo, maroma, títeres y otros análogos se debía de pagar lo correspondiente a 10 localidades de las de mayor precio. Para corridas de toros se exigía el 12 porciento de los ingresos. Para peleas de gallos, 24 pesos diarios. Para jaripeos, de uno a diez pesos, según la importancia del evento. Para funciones de cinematógrafo, de uno a diez pesos. Para lotería de naipes, desde veinte centavos a un peso por cada mesa de jugadores. Para fonógrafo al aire libre, diez centavos.Para divertir a la gente de aquellos tiempos, llegaban al pueblo “los maromeros”, que eran unos cirqueros que no tenían grandes caravanas ni tantos camiones para cargar sus pertenencias. Desde fines del siglo 19, andaban por muchas partes de la República Mexicana y viajaban primero en carretones jalados por unos caballos percherones, ya viejos pero que todavía los ayudaban a transportarse por distintos pueblos. Ya entrado el siglo veinte, tenían camioncitos de carga, de los primeros que circularon en el país. Era una tropa de solamente unas diez personas y entre todos descargaban el camión en algún corral que conseguían o en algún solar que les prestaban o donde les cobraban poco o nada. Posteriormente, hacían los hoyos para los postes “guías” donde colocaban los “columpios” donde el maromero se mecía y hacía grandes cabriolas y piruetas. Uno o dos de la tropa tocaba algún instrumento musical, generalmente acordeón y violín, como lo hacían los gitanos o “hungaros”; alguna niña bailaba al son de la música y otros dos, juntaban las monedas que la gente les daba.Otro motivo de diversión lo constituía el circo y sus “maromeros” más profesionales. Los antecedentes del circo, datan de 1808 cuando llegó a México el inglés Philip Lailson que traía un espectáculo llamado “El Real Circo de Equitación”, donde había principalmente, maromeros italianos, franceses e ingleses. En 1841 surgió el Circo Olímpico de José Soledad Aycardo, quien fue el primer empresario circense mexicano y posteriormente, en 1879, la familia Atayde inició su gran carrera que le dio gran prestigio no solo en México, sino en muchas partes del mundo desde sus inicios hasta nuestros días. El Circo Atayde, fue motivo de alegría para mucha gente en nuestro pueblo durante muchos años. También llegaban a este lugar otros circos como el de los Gaona Hermanos, en el cual, en un tiempo, trabajaba un “maromero” llamado José Murillo que se enamoró de una yurecuarense apellidada Medrano y con ella se quedó a vivir en nuestra tierra. Desgraciadamente, la señora se ahogó en el río y a Murillo lo abatió la tristeza y ya no pudo continuar haciendo sus maromas cirqueras.También llegaron a venir otros circos de “los húngaros” o gitanos rumanos del grupo de los Ludar que están establecidos en nuestro país desde 1880. Estos gitanos traían diferentes distracciones populares desde fakires que se acostaban en una cama de clavos hasta “escapistas” que se enterraban bajo tierra durante tres días. Otros empresarios organizaban funciones de circo donde peleaba un oso contra un toro viejo que estaba destinado a morir. Cuentan que en una ocasión, el toro se lo habían comprado a Los Curiel y era tan bravo que les mató al oso y el dueño del circo fue a reclamarle a don Eleno diciéndole: “¿por qué nos vendiste un toro tan cabrón?”. Ya después los del circo, tuvieron que conseguir un león viejo que había desechado otro circo con lo cual pudieron seguir su gira por esta parte del Territorio Nacional. En estas carpas también se llegaban a instalar “La Mujer Araña” o “La mujer Víbora” a las que se les ponía un cuerpo “hechizo” del animal que estaban representando y solamente les quedaba su cara humana y el público asistente podía hacerles preguntas como: “y por qué te quedaste así” y ellas contestaban: “todo fue porque le desobedecía a mi mamá y no le quise ir a comprar un veinte de manteca con el carnicero”.
Los “enanitos” y otros artistas albureros.Generalmente, las carpas donde actuaban estos artistas se colocaban a un lado del Mercado. También hay que recordar que en todos los alrededores de la Plaza Principal se ponían los caballitos, los volantines, la rueda de la fortuna, la ola, las mesas de la ruleta, las carpas del “tiro al blanco” y otros puestos de vendimias, rifas y venta de todo tipo de dulces. No faltaba aquel que con tres cascarones de cúcuna que movía vertiginosamente y escondiendo una canica, animaba a los mirones: ¡Atínele! ¡¿Dónde quedó la bolita?! Y ay van todos a querer ganarle al merolico, siendo que él siempre ganaba. Afuera de las carpas de los albureros ponían diversos letreros: ¡2 Tandas por el mismo boleto! ¡Ay de aquel que no pague su boleto o que le haga un agujero a la lona! ¡La Tanda de la tarde es para toda la familia…. Pero la de la noche, pa' todo el que la aguante! Con esto se daba a entender que a las primeras funciones podían llevar a todos, porque se escenificaban cosas cándidas como la canción de moda que entonaba una linda muchacha vestida recatadamente: “Sanfarinfas me muero de calor, Sanfarinfas me muero de calor. Yo quiero una paleta, yo quiero una paleta. Yo quiero una paleta de limón”. Ya en las tandas de la noche, la gente pagaba por irles a mentar la madre a los actores que se desquitaban diciéndoles albures a los asistentes. En una ocasión habían anunciado que iba a estar Resortes, quien ya era famoso en las carpas de la ciudad de México, y ya cuando la función comenzó salieron con su miada fuera de la bacinica diciendo: “hasta mañana llega a este hermoso pueblo y mientras tanto, solo llegó su hermano” y como la gente ya había pagado boleto de “tanda doble” pues se tenía que quedar. El sustituto empezó diciendo: “Soy hermano de Resortes, resortín de la resortera, para servirle a usted donde quiera y como quiera, menos por donde quiera. Soy amigo de todos y enemigo de nadie”. Después continuó su sarta de albures y poemas de doble sentido: “Piénsenle y pongan a trabajar esa cabeza, ¡Su momento es ahora! porque al rato ya no le van a entender”. “De Pito Pérez pa' toda la concurrencia, ay les aviento estos dos poemas”: “A Dimas le dijo Gestas: ¡Qué pendejadas son estas!, y a Pito le dijo Dimas: ¡Te tizno si no te arrimas! y volaron al momento, las limosnas que tenía / en su sagrada alcancía, / el Señor del Prendimiento. ….. “El segundo que les voy a echar, se refiere a cuando Pito Pérez le declamó a la novia ingrata por estarse casando con el riquillo del pueblo San Jasmeo el Chico. “El pueblo lo felicita / por la mujer que se lleva / es dadivosa, bonita, / diligente y casi nueva. / Tiene un lunar en el pecho, / barbas en las pantorrillas; / y verá usted satisfecho, / que ya no tiene cosquillas. / Le huelen mal lo sobacos, / si seguido no se baña. / Al fin de los arrumacos, gime, muerde, grita, araña”.Después continuaba diciendo: “y como dice el letrero a la entrada: “Hoy, ¡Gran programa charro!... pura riata pa' toda la concurrencia; así es que ¡agárrenme que soy ratero!En eso se paró el primero de la palomilla que ya estaba bien prendida y soltando gritos y mentadas:- ¡Mejor te meto un susto!- Cómo eres grosero, yo que te hacía un niño bueno.- ¡Chamarras con Manuela Palmerín!En eso sale una muchacha bailando cadenciosamente y vestida con poca ropa y la gente comienza a gritarle:¡Quieeeero! ¡Merezcoooooo más, ….pero con esto me consuelo!El “sustituto” de Resortes los calma. Les dice que el siguiente número a presentar, lleva por título: “La Clase en la Universidad de Alburquerque”. Lo primero que hace es pasar lista a los alumnos y empieza a mencionarlos: “Pepe Navas Fierro”, presente, contesta uno. Enriqueta Nates, presente. Benito Camelo, presente. Agapito López Caste, presente. Jorge Nitales, presente. Herculano Medellín, presente. Aquiles Baeza, no vino, contestó uno. Susana Horia, presente. Carmelo Tallas, presente. Marciano E. Chamelo, presente. Próculo A. Prieto, presente. Lupe Laste, no vino.Después empieza la clase de Geografía e Historia. El hermano de Resortes les pregunta a sus comparsas: - ¿Dónde está Lago Zaras? y un alumno le contesta: - Cerquita de Tepicoloyo en el Estado de Puebla.- De allí son los camotes, agrega otro.- A Taxco hemos de ir pronto.Vuelve a preguntar “el profesor”:- ¿Quién ganó la batalla de San Goloteo el Chico?- El General Mojestarma, contestan rápidamente.- A ese lo mataron en el cerro de Temascolchango, les dice el profesor.- ¡No es cierto! Dicen que lo vieron hace poco en Tecojorita, Sonora.- Otros dicen que lo vieron en Terrascoloyo, en el estado de Durango.- A mi me dijeron que había estado en Lomas Ajeo, Guanajuato y que se andaba ahogando en el Lago Zarías.El profesor empieza la clase de zoología:- Ustedes son unos burros, les dice y ellos le contestan:- Le vemos la cara triste o ¿nos andará espiando?- Lo que les quiero decir es que no saben cuál es el esposo de la rata o de la víbora y mucho menos el de la rana.- Es el rano y présteme atención que yo estaba levantando la mano, le dice un alumno.- ¿Y cuál es la pareja del búho?- Pos ….tuculote….. y todos en la carpa soltaron la carcajada.En eso alguien sale con un canasto vendiendo comida:- ¡Tortas, ay….. tortas!- ¿Y de qué las tráis?- Traigo de milarguesa y lechupas para acostumbrarlos a comer verduras.- ¿Y no tráis de queso?- Traigo de varios: queso Bada, queso Pladón y queso Bón y todos son de Cotija. - ¡Tortas, ay tortas! Y todas traen chile queretuano.- ¡Me pelas! Le grita uno de la audiencia.- ¡Me toca a mí jugar mañana y por eso ya me voy! Le grita otro.- De mamarindo habrías de traer el agua.En eso vuelve a salir la muchacha vestida con poca ropa y le grita el que estaba más alebrestado:- ¡Mamacita. Estás tan buena que te comería con todo y ropa ….. aunque pasara un mes cagando trapos!Y alguien del pueblo que ya lo conocía, le grita desde el otro lado de la carpa:- ¡A ti ya ni paraguas!- ¡Pregúntale a tu hermana! Le contesta rápidamente.Para entonces, ya solamente estaban dos actores: un comparsa y el hermano de Resortes quien le dice:- ¿Jugamos a la basurita?- ¿Y cómo es eso?- Tú te tiras al suelo y yo te recojo.- Mejor cántame alguna de Chava Flores como esa que le canta a La Nacha y que dice: ¡Ay Ignacia: ¡Pásame a saludar cuando puedas!¡Ay Ignacia, quiero que escuches… Ay Nacha, dame el consuelo de tu cariño …. Ay Nacha, ponme atención… que por ti me muero.
Y el hermano de Resortes coge, una guitarra y empieza a cantar un tema de dicho autor y que anda de moda en las grandes ciudades llamado “La Tienda”:
“Tuve una tienda en mi pueblo, … precioso lugar…...Te vendía de un camote de puebla a un milagro a San Buto;…. Pitos, pistolas pa' niños, te hacía yo comprar.Pa' tu cruda una panza o te inflaba una llanta al minuto; aros, argollas, medallas podías tu adquirir. Un anillo, un taladro, petacas, tu cincho de cuero… te enterraba en el panteón…., te introducía en el cajón;… antes con un zapapico abría tu agujero,… me dabas para alquilar; alguien que fuera a llorar; mientras lloraba alumbraba con velas tu entierro.Leche, tu té, cho..colate, tu avena o café…. te sacaba las muelas picadas, dejaba las buenas… pasas, el chicozapote, picones con miel. Había métodos, tubos o huevos o platos o leña.Desde Apizaco hay ocotes, mandaba a traer. Exportaba el chipotle en cajones, también la memela…; chupones para el bebé…, de un agorero hasta un buey; chochos y mechas bizcochos, tiraba rayuela. El día de madres vendí,… lo que el día veinte metí:.. nabos, zanahorias, ejotes y chile en cazuela. Plumas en sacos de lona o tela de juir. Había lomos y tallos de rosas, mangueras y limas;… mangos, mameyes, cojines, trasteros de aquí. Había zumo de caña, metates, tompiates, tarimas… de un embutido a un chorizo podías tú llevar:… longaniza de aquella que traen los inditos de fuera…..Te acomodaba al llegar,… en mi hotel particular:… tres pesos más te sacaba por la regadera.Pero un buen día me perdí y hasta mi tienda vendí,…. solo salvé del traspaso la parte trasera.Tuve un tienda en mi pueblo,…… precioso lugar…..
El hermano de Resortes le pregunta a su ayudante:- ¿Y cómo te llamas?- Mi nombre es Francisco Gerte, pero de cariño me dicen Paco. Soy pariente de Próculo.- Carrasco es mi apellido, le dice el hermano de Resortes.- Las pelotas que se han de estar haciendo en tu casa para festejarte tu fiesta y andan todos de cabeza.- Meto la mano a que dicen la verdad y por cierto ¿qué me cuenta de los chiquitines?- A travieso no me ganan, ¿y qué me dices de tu hermana?- Pasa unos días con su abuelo.- ¿El que se llama Agapito Peláez?, me han dicho que es cafetalero.- No sea usted cu..entero.- ¡Ah, flojo que soy, y no lo he ido a visitar.- Me han dicho que es un negro el que anda encima de usted y que solo viene a entregarle la leche que produce su rancho.- Techo es lo que les falta a las vacas pa' que produzcan más.En eso estaban cuando, se fue la luz en todo el pueblo y la carpa se quedó a oscuras.En la carpa cercana donde estaba la “mujer culebra”, todos le empezaron a aventar cáscaras de plátano, por lo que la mujer se levantó y después de decirles unas mentadas salió corriendo y…..
Amables lectores, hace tiempo en nuestro pueblo, así se divertía nuestra gente.Gracias por acompañarme.
José Luis García Salazar.
Nota: para aquellos que leen el periódico por Internet, pueden ingresar a la siguiente dirección donde encontrarán la canción del inmortal Chava Flores: “La tienda”:http://www.youtube.com/watch?v=beoI0H17ApU

YERBEROS (Segunda Parte)

Nuevamente la peluquería de Macario era el escenario donde se arreglaban todos los problemas del mundo y se levantaban muchas maledicencias, contra las virtudes de algunas personas, simplemente, hablar por hablar. En cierto momento Procopio el panadero estaba opinando: “Esa muchacha no era casta ni de los oídos, porque habían de ver cómo le hacía al chisme en las Cuatro Esquinas”. Alguien le reclamó: “Mejor ni habías de opinar, ya ves que decían de tus hermanas que en lugar de ir a lavar a 'el Agua Caliente', se la pasaban inventando puras mentiras´”. Después de un rato de alegatas, Macario les dijo que ya iba a cerrar el negocio y cuando lo hizo, emprendió el camino, acompañado de Jeremías y Herculano y juntos se fueron a ver a Esculapio para que diera la siguiente “sobada”.Al llegar, Esculapio los recibió con un té muy sabroso con el que se les quitó el frío. Los tres amigos querían saber el nombre de la yerba pero Esculapio ni siquiera se acordaba dónde la había cosechado. Lo que sí les dijo fue que en todo México hay más de cincuenta mil tipos de yerbas medicinales y solamente se conocen los nombres y las cualidades de tres mil de ellas. Herculano le preguntó:- ¿Por qué no usamos más las yerbas si es que antes de los españoles, la gente sabía bien curarse de sus males?- Lo que pasó fue que durante los tiempos de la Colonia, la Inquisición prohibió su uso porque decían que “eran puras hechicerías y cosas del diablo” y aunque la gente pobre las seguía usando, lo hacían a escondidas. Hay muchos lugares en Puebla, Oaxaca, Chiapas, Yucatán y en otras regiones donde las usan regularmente. Allí van seguido a “hacerse una limpia” o a tomar cualquier yerba, dijo Esculapio.- ¿Es cierto que durante una “limpia” te meten humo por todos los agujeros y luego te pasan un huevo por todo el cuerpo?, preguntó Macario.- Pos por ay va la cosa, contestó Esculapio.- ¿Y no duele mucho cuando el huevo ya va por la cabeza?, preguntó Jeremías.Como se rieron del chiste, Esculapio le dijo:- Es un huevo de gallina y no lo que estás pensando. Prosiguió contándoles sobre la historia de las yerbas y de la medicina: --Las prohibiciones duraron hasta después de que ganamos la Independencia. Sin embargo, las autoridades tuvieron que ponerse duros porque empezaron a aparecer muchos cabrones charlatanes que venían de otros países a hacerse ricos con los mexicanos ya que decían ser médicos sin haber estudiado nada. Se cuenta que en 1869, apareció un mentado Ulises de Seguier que decía que era conde y se hacía llamar “El Médico Santo”; anunciaba que curaba todo tipo de enfermedades empleando solamente su saliva y pasando las manos sobre los pacientes. Debido a eso la gente le decía “el Tentón”. También por esos años del siglo pasado, apareció otro extranjero que se llamaba Rafael J. Meraulvock, que cambió su nombre porque la gente no podía pronunciar bien su apellido y se anunciaba en los periódicos como el “Doctor Merolyico” ofreciendo tratamientos médicos tales como: el “bálsamo vegetal” para todas las enfermedades y el “elixir de Godineau”, recomendado para prolongar la vida. Dichos brebajes los vendía muy caros, y la gente los compraba. Al poco tiempo, lo encarcelaron y desde entonces se nos quedó de herencia el término “merolico” que se le aplica a todo aquel que sabe hablar pero sin decir nada o a los vendedores callejeros que emborucan pregonando los méritos de sus medicinas y que no son sino engaños que sufre la gente créida.- Y ya hablando en serio, ¿la Madre Matiana, era también “merolica”?, preguntó nuevamente Jeremías. - Yo no me sé esa historia dijo Esculapio.Fue entones que Herculano les dijo:- Les voy a contar lo que decía mi abuelita con respecto a ella. Dicha Madre Matiana, nació allá por 1690 en Tepotzotlán, un pueblo que está cerca de donde nació Juan Diego, al que se le apareció la Virgen de Guadalupe en 1531. Le decían “madre” pero no era monja ya que era la sirvienta de una mujer muy rica que estaba loca y que su familia había metido al convento. Matiana poco a poco le fue agarrando gusto a los rezos y se pasaba noches enteras haciendo penitencias y oraciones. Fue así que llegó a experimentar momentos de misticismo y dicen que empezó a curar a mucha gente, primero, a la que vivía cerca el convento de San Jerónimo en la ciudad de México y después a mucha gente de toda la ciudad. También le llegaban “visiones” en las cuales ocurrían guerras, terremotos, pestes y muchas cosas más. Ella pregonaba que esas catástrofes estaban por ocurrir en cualquier momento y con esos “miedos”, se espantaba a la población en tiempos de La Colonia. Sin embargo, pasaron más de ciento cincuenta años en que la fama de la Madre Matiana se hizo a un lado. Ya por los años de 1860, con Las Leyes de Reforma, cuando les quitaron muchos bienes al clero, se sacaron a relucir nuevamente las profecías como para amenazar y exigir que devolvieran los bienes que se habían quitado lo cual no ocurrió. Los matianistas pregonaban:El mundo toca a su fin,según viejas predicciones,que anuncian desgracias milde guerras y destrucciones. También aprovecharon el temblor que ocurrió el 2 de noviembre de 1894: ¡Sublime Creador del cielo, y de la Tierra, Señor! líbranos de otro temblor y mándanos el consuelo.A partir de 1872, la gente del pueblo usó el nombre de la Madre Matiana para popularizar muchas “calaveras”, las cuales se escriben con motivo del Día de Muertos y en ellas se pueden burlar de algunas autoridades, cosa que en otro momento, puede acarrear la cárcel al que las escribe. También se aprovecha para escribir el descontento social junto con otras ideas encubiertas. Hay versos como:Aquí yace y hace bien,Venancio el de Santander.Como vino a hacerse rico,nada más vino a joder.O estos otros: Viene la muerte luciendo, mil llamativos colores, ven, dame un beso, pelonaque ando huérfano de amores.
Continuó relatando Herculano: - Cuando se vino la Revolución en 1910, coincidió con la aparición del Cometa Halley y las Profesías de la Madre Matiana agarraron vuelo otra vez porque la gente nuevamente decía que “el mundo se va a acabar” o cuando alguien presumía de adivinador, se le decía: “ni que fueras la Madre Matiana”. También por esos tiempos, en 1917, apareció un periódico llamado la Madre Matiana en el que se le tiraba re duro a los que estaban en el gobierno y ellos nomás respondían: “son puros merolicos”.- Pos ahorita que estamos diciendo versos, no sé si me permitan decir unas partes de “El Ánima de Sayula”. Yo me la sabía toda completa pero el Señor Cura solo me permite decir esto:… Se dice, pues, que de noche,al sonar las doce en punto,sale a penar un difuntopor la puerta del Panteón. …."En nombre de Dios te pidome digas cómo te llamas,si penas entre las llamaso vives aquí entre nos. ¿Qué buscas por estos sitiosdonde a los vivos espantas?Si tienes talegas ¿cuántasme puedes proporcionar?"…."Por vida del Rey Clarióny de la madre de Gestas¿qué chingaderas son estas,que me suceden a mí? ... Yo no sé lo que me pasa,pues ignoro con quien hablo;este cabrón es el diabloo es mi compadre José. …Lo que me sucede a míEs para perder el seso;Si los muertos piden eso,los vivos ¿que pedirán? Como solo Macario se sabía la versión completa, explicó las partes faltantes. En resumidas cuentas dijo que se trataba de un episodio que le ocurrió a Apolonio Aguilar que vivía en Sayula y que estaba tan pobre que para poder llevar comida a su casa, le pidió consejo a su compadre José. El compadre le recomendó que fuera al panteón porque allí se aparecía un ánima que le podía proporcionar unas talegas de dinero. Cuando Apolonio se encontró con el espectro, creyó que tendría que entregarle el alma al diablo, pero ¡El Ánima de Sayula, quería otra cosa!Mientras se decían todos estos relatos y versos populares, Esculapio estuvo “sobando” a Herculano al mismo tiempo que le ponía en una bolsa hojas de verbena y de maravilla para que diariamente se tomara un té, por las mañanas, porque esas yerbas son buenas para los golpes. Jeremías, le pidió el remedio para “la cruda” y le dio una bolsita con hojas de guayaba. Macario le preguntó el remedio para los nervios y Esculapio le dijo que todo dependía de dónde venían esos nervios. Si los nervios te brotan cuando tienes una preocupación, te enfermas de la cabeza y te puedes curar si en un poquito de carbón prendido, le echas copal, cierras los ojos y respiras profundamente muchas veces hasta que te serenes. Por otro lado, si los nervios vienen de la ira, el coraje y el rencor, lo primero que hay que hacer es curarte el alma porque si has perdido la serenidad, tú mismo te jodes el hígado y de allí se te endurecen las arterias del corazón y ¡pum!, te vas de semilla o séase, te vas pa' debajo de la tierra. La cólera envenena el corazón y si guardas resentimientos es como si tomaras veneno y crees que el que va a morir es el otro, siendo que ese veneno es todito para ti. También les enseñó un libro muy viejo: “Farmacopea Mexicana”, publicado en 1846 y de donde les empezó a leer algunas propiedades de plantas medicinales como: pasiflorina para el mal de amor, cuando traes el corazón espinado e incluso para cuando ya está muy machucao. Polvos de víbora, pa' las enfermedades de la sangre. Unciones de manteca de elefante y aceite de cocodrilo de Egipto, para… en ese punto de la receta no le entendieron bien y de todos modos, ¿dónde iban a encontrar una carnicería donde vendieran la manteca de elefante? También les dijo que en México, después de los curanderos con yerbas, aparecieron las boticas y mencionó las tres que había en el pueblo: la “Botica del Refugio” con Juan Torres como Responsable y después quedó el doctor Francisco Gallegos quien le despachaba a la gente en su propio frasco con lo cual, las medicinas salían más baratas. También despachaba en alcatraces los polvos y las pastillas y en un tarrito daba los ungüentos. También tenemos la “Botica Guadalajara”, con Carmen Ibarra como Responsable y a donde, por lo general, no iban los hombres porque toda enfermedad siempre la quería curar con purgas y para amolarla, “metían” lavativa del número cuatro. También tenemos la “Botica la Providencia”, de Ezequiel Echegollén, el famoso “Chéquilo”. Todos sabemos que Chéquilo es re' bueno para descifrar la mala letra que ponen los doctores en las recetas. También es tremendo para reírse de todos y ha inventado cada medicina como: cucharadas de “chingaquedito”, dizque nomás para asustar al marido cuando se porta mal; las cucharadas nomás le van provocando un “córrele quetealcanza” y después mejor se endereza y deja el vicio “por las buenas”. También tiene los “chochos desapendejadores” (se ha descubierto que son de pura azúcar), y que Chéquilo garantiza siempre y cuando, la enfermedad no venga de herencia o si ya es crónica. Estos chochos se deben tomar al mismo tiempo que se reza: “San Alejo, San Alejo, ciega a los demás para que no noten que soy pendejo”. También vende una loción dizque pa' prevenir los arrimones en las procesiones o para cuando vayas a pagar una manda a San Juan de los Lagos y te tengas que meter entre el gentío.El tiempo pasó y la plática de los amigos se hizo muy amena. Macario aprovechó para pedirle a Herculano que relatara lo que había escuchado a un amigo afuera de la Catedral de Zamora y que se refería a los orígenes del protestantismo. El aludido dijo:- Pos dicen que Lútero, el aleluyo, era un padre agustino que cuando se murió el Papa fue a Roma porque quería saber cómo se nombraba a uno nuevo. Se metió entre los cardenales y empezó a ver la palomita del Espíritu Santo que revoloteaba arriba de toda la concurrencia. Sucedió que cuando ya se le iba a parar en el hombro a Lútero, otro cardenal le aventó un manotazo y se la espantó. Entonces, se levantó muy enojado y dijo: ¡Protesto! Ese fue el gran coraje que tuvo Lútero, ¡Por eso hizo su rebelión contra los que mandaban en Roma! y es por eso que ahora a todos sus seguidores les decimos “protestantes”.- Pero se dice “Lutero” porque “Lútero” es la bolsa donde guardan las mujeres a los niños antes de parir, dijo Jeremías, “el faifitas”.- Eso es “el útero”, dijo finalmente Esculapio, con su sabiduría de yerbero.Amables lectores, espero que hayan “viajado” un poco a las épocas en que nuestros padres y abuelos se curaban con diferentes hierbas y con la buena voluntad de gente, que muchas veces, ni siquiera cobraba. Gracias por acompañarme.José Luis García Salazar