Alfredo Mora Villanueva

Quiero en esta ocasión hablar de una persona que tuvo la visión, la voluntad y el empuje de iniciar la publicación de un medio de comunicación que le está permitiendo a nuestra región, contar con una tribuna donde todas las personas puedan estar informadas y escuchadas sin ser censuradas, cualquiera que sea su ideología.Precisamente, El Cazador de la Verdad, tuvo su origen debido a que los periódicos regionales que mencionaban nuestra problemática y que llegaban a Yurécuaro, manejaban los asuntos de manera sesgada y que no reflejaban la verdad que requerían nuestros conciudadanos. Fue por eso que Alfredo “Fello” Mora se dio a la tarea, apoyado por su familia, de lanzarse a la aventura editorial.Alfredo es hijo de Josefina Villanueva Villaseñor y de Mauro Mora Morales. Nació en el barrio de la “Tetilla”, calle Nicolás Bravo, donde se crió junto con seis hermanos. Siendo muy joven se dedicó a diversos oficios: criar puercos, surtir de leche a la escremadora, pescar carpas y cualquier tarea que ayudara al sustento familiar. Por los años 50´s, anduvo también de boletero y de chofer en las imprescindibles líneas de camiones de pasajeros de don Tiburcio Villanueva que hacían viajes a Atotonilco y a Arandas. En esos recorridos llevaban y traían todo tipo de productos que acarreaba la gente ya fueran tercios de cañas o garbanzos; chivos, gallinas y guajolotes maneados que subían en la parrilla de los camiones; cajas de huevos, costales de naranjas y en fin muchas cosas que servían para el sustento y el comercio de muchas familias de la región. Cabe hacer mención, que la gente que compraba gallinas en los ranchos, las embarcaban para la ciudad de México ya que eran muy apreciadas por el sabor que le daban al caldo. De Yurécuaro transportaban a las rancherías, barras de hielo que envolvían en costales de ixtle. También, de aquí iban muchas mujeres a lavar a Santa rita y más adelante, en Milpillas, donde había un trapiche, cargaban piloncillo y azúcar en terroncillo y lo llevaban a Atotonilco. Para compensar el viaje, de allá se traían botellas de muy buen tequila.Es importante recordar también, que en aquellos tiempos, los únicos medios de transporte con que contaban los agentes vendedores que venían de las ciudades de México o Guadalajara eran: el tren y las Líneas yurecuarenses, de las que hemos hecho mención. Adicionalmente, cuando “Fello” era chofer, surtía las medicinas que la gente de las diferentes rancherías le encargaba y también servía como “resguardo de valores” ya que cobraba los vales de dinero que algunos prestamistas recuperaban de los agricultores. Agrega “Fello”: “y gracias a Dios, nunca me asaltaron…. y eso que acarreaba bastante plata”.
Los orígenes del periodismo.El Ser humano siempre ha tenido la necesidad de contar con una “tribuna” o foro donde puedan ser escuchadas sus inquietudes. Vemos que los griegos y romanos usaban los teatros y plazas públicas para debatir ideas; los babilonios tenían unos escribas que relataban y dejaban por escrito diariamente, los acontecimientos públicos. En todas las provincias pertenecientes al Imperio Romano, se redactaban anales históricos, comentarios y sucesos que eran enviados a Roma para ser analizados y utilizados para tener bien informada a la gente de la capital del imperio y también eran utilizados como un medio de educación y enseñanza para muchas otras personas. En la Edad Media, los encargados de difundir las noticias eran los “juglares”: peregrinos que viajaban de un lugar a otro informando oralmente a los habitantes acerca de los acontecimientos ocurridos en otros lugares por donde habían viajado previamente.En el siglo XIII, se creó en Inglaterra un “Manuscrito de novedades” mediante el cual se difundían las noticias. Era un manuscrito hecho con caracteres grabados en madera. Con la invención de la imprenta por parte de Gutemberg se facilitaron las cosas ya que se pudo imprimir en papel el primer periódico, lo cual ocurrió en Alemania en 1457.En nuestro continente y más específicamente en la Nueva España, surgió el primer medio informativo en 1541 y se llamaba la Hoja de México. Posteriormente surgieron otros como el Mercurio Volante, editado en 1693 por Carlos de Sigüenza y Góngora y era de carácter histórico y científico. En 1722, Juan Ignacio de Castorena funda la Gaceta de México que es considerado el primer periódico de nuestro país que tuvo un formato como el de los periódicos que circulan actualmente.En 1810, Miguel Hidalgo funda en Guadalajara el Despertador Americano. Después, en 1812, José Joaquín Fernández de Lizardi, funda el Pensador Americano donde se pronunció abiertamente por la abolición de la esclavitud. En las siguientes décadas del siglo XIX, hubo varios pensadores que impulsaron sus ideas desde diferentes periódicos. Gente como Francisco Zarco, Guillermo Prieto, Andrés Quintana Roo, Vicente Riva Palacio (con su periódico el Ahuizote) y Filomeno Mata.Ya para los inicios del siglo XX, los hermanos Jesús y Ricardo Flores Magón, junto con Aquiles Serdán, impulsaron el movimiento que se oponía a la reelección y que culminó con la caída de Porfirio Diaz. Posteriormente, en 1916 se funda El Universal y en 1917, el periódico Excélsior los cuales aun se publican junto con otros de renombre como La Jornada y Reforma en México, D.F; La Voz de Michoacán y El Sol en Morelia; El Informador y Mural en Guadalajara y El Cazador de la Verdad en Yurécuaro (cito solo unos pocos de la vasta lista que existen actualmente).
El periodismo en nuestra ciudad.En Yurécuaro Michoacán se han publicado muchos periódicos; uno de ellos fue El Destello, publicado por Austasio Zepeda García en 1889; posteriormente él mismo editó El Crepúsculo. Lo siguieron El Relámpago de don Everardo Zepeda y otros como Clarinada, Nuevo día y Provincia. Ya en años recientes, Fidelmar Banda publicó Alborada en 1976 y Alfredo Carvajal hizo lo propio con El Sendero en el año 2002. Además de los periódicos citados, han existido muchos más; sin embargo, por diversas causas, su vida ha sido efímera y solo han logrado sobrevivir muy poco tiempo. La Vida de El Cazador de la Verdad.Hace dos años, cuando nació este medio de comunicación, pocas personas le auguraban éxito ya que hasta el año 2007 los yurecuarenses sabíamos que los periódicos duraban poco y se extinguían rápidamente. Muchos veían al nuevo periódico como un “folletín” que solo representaba los intereses de unas pocas personas. Al principio, cada ejemplar se hacía con pocas páginas y sin embargo, al correr de los meses, pasó a tener 24 páginas cuando cumplió su primer año y ahora que cumple dos, ya esta conformado por 48 páginas, que a decir verdad, son pocos los rotativos que se pueden preciar de tal volumen. En este tiempo ha pasado de ser un medio informativo municipal y se ha convertido en regional con aportaciones de ciudades vecinas como La Piedad, Tanhuato, Vista Hermosa, Ecuandureo y Penjamillo.En su corta vida, ya han sido varias las ocasiones en que sus notas periodísticas han contribuido a una mejor convivencia ciudadana; entre los aportes de El Cazador podemos citar unos pocos, debido al espacio y estos son:1. Durante el proceso de elecciones en el 2007, el IEM (Instituto Electoral de Michoacán) envió oficios de agradecimiento por “Continuar divulgando la cultura política de respeto entre los ciudadanos, tanto al voto como a las distintas formas de pensar”. De todos es sabido que hace algunos años, ocurrieron hechos violentos que enlutaron algunos hogares yurecuarenses y por ello, había cierta intranquilidad. Afortunadamente, cuando la gente está informada de manera clara y honesta, se facilitan los procesos electorales y gracias a las oportunas fotografías y notas periodísticas se pudo constatar a nivel estatal y nacional, que en nuestra ciudad se cuenta ya con personas pensantes.2. En todos los números que de manera semanal se han venido publicando, se les da un espacio a los diferentes partidos políticos para que hagan proselitismo entre los ciudadanos. Podemos ver que tanto el PRD, como el PRI, el PAN, el PT y el PVEM, expresan sus opiniones y nos invitan a reflexionar sobre distintos aspectos de interés para todos. Ahora ya no estamos en tiempos de aquellos en que por una forma de pensar nos peleábamos entre todos. Actualmente, podemos ver que en una misma familia, el abuelo le va al PT, el tío al PAN, la mamá vota por el PRD, el papá vota por el PRI y el cuñado le va al PVEM; ahora ya somos más tolerantes y eso nos hace ser más civilizados.3. El Cazador ha servido para comunicar los esfuerzos y logros de nuestras dos Instituciones de apoyo social que ininterrumpidamente han venido sirviendo a nuestra ciudad desde hace varios años: El Club de Leones de Yurécuaro y El Club Rotario de Yurécuaro.4. Precisamente, El Cazador, recibió una felicitación por su primer año de vida de parte de El Club de Leones: “Han conquistado el respeto y la confianza de quienes los ven, leen y los escuchan…… su medio se ha convertido en un legítimo derecho de dar opinión y facilitar la réplica sin censura y sin tomar partido y escuchando todas las voces”. “El Club de Leones de Yurécuaro, A.C. les felicita y les anima a continuar por este camino deseándoles cumplan muchos años más en su labor de comunicación periodística”. Y terminan con una invitación que considero no es solo para el periódico El Cazador sino para toda la ciudadanía: “Construir y no destruir.” 5. Ha divulgado los logros de estudiantes entre ellos el niño Leonardo F. Contreras que ganó la 3ª olimpiada de conocimiento infantil y el joven Chistian Banda, ganador del concurso de oratoria a nivel regional y estatal. También ha comunicado los logros de los 14 profesores que recientemente consiguieron su Diplomado en Aprendizaje Escolar de los Adolescentes.6. Nos informa acerca de la ARSPO (Academia Regional de Seguridad Pública de Occidente), su función dentro de la sociedad; su localización, el número de personas capacitadas y el tipo de cursos que imparte. Nos explica que en dicha academia, se busca cumplir con un Sistema de Gestión de la Calidad, lo cual nos pudiera parecer irrealizable hasta hace unos pocos años y que ahora, en nuestros tiempos, ya se ven a muchas instituciones de la Administración Pública haciendo esfuerzos por mejorar la Calidad y el Servicio a la ciudadanía. Por otro lado, esta academia, también puede ser tomada como un medio de preparación para muchos jóvenes de la región para que puedan continuar su carrera dentro del servicio público.7. Por otro lado, El Cazador sirve como un medio de publicidad para los muchos comercios y pequeñas y medianas empresas que nos hacen llegar su imagen y con ello nos hacen ver que no es necesario viajar a las grandes ciudades para obtener los productos y servicios que ya tenemos en nuestra región.
Ahora bien, uno de los mayores logros de El Cazador, ha sido la difusión por Internet de los diversos eventos que se llevan a cabo, tanto en nuestra ciudad como en toda la región. Al subir a la “Red”, videos, fotografías, mensajes, cartas y comentarios, la gente que vive fuera ya sea en otras ciudades de México o se encuentra trabajando en EEUU y en otros países, se mantiene cerca de nosotros y puede gozar también de todos esos actos que presenciamos los que aquí vivimos. Se enteran de las “Fiestas Patrias”; el 20 de Noviembre; de las “Fiestas del día ocho”; Navidad, Año Nuevo, “Semana Santa”, la fiesta del Santo Cristo de Tanhuato; el Aniversario de la Fundación de Yurécuaro; las carreras de caballos del Santo Santiago y Santa Ana y otras más. Se enteran de los diversos eventos deportivos: fútbol, Béisbol, Básketbol, carreras ciclistas, entre varios más.Se dan cuenta de los éxitos internacionales de nuestros institutos de ballet folclórico: Kutzi y Ballet Folklórico Internacional Yurécuaro (Atoyac). También saben de los diversos programas de apoyo social como: PROMUSAG (Programa de la Mujer en el Sector Agrario); Programa 70 y + (Para adultos mayores de setenta años); Programa Tu Casa y varios más. Cabe hacer mención que cuando El Cazador cumplió un año de vida, habían ingresado a la página web, 40 000 internautas y ahora ya se tienen cerca de 160 000 (a un promedio diario de 220 lectores).
Los colaboradores.Nuestro personaje de hoy: “Fello” Mora, siempre está agradecido con su equipo de colaboradores que han logrado mantener viva “la tribuna”: Jorge A. Mora García, Roberto Becerra, Laura Ruiz, Eliseo Godínez, Mary Briseño, Pancho Polvos, Gustavo Mora, Lucano, Alejandra Ortega, Gabriela Barrera, Eduardo Castellanos, Heriberto y Jaime A. Suárez, Cindy Godoy, Lizeth, G. Alejandro, G. Enrique Mora Briceño, Bety Mora, Paulina Delmotte, Elisa Barrera y José L. García. También agradece a los presidentes de los partidos políticos por su apoyo a la libertad de prensa: Enrique Aviña del PAN; Javier Casillas del PRI y Juan Carlos Rodríguez del PVEM.
¿Qué aspectos positivos podemos tomar de ejemplo los yurecuarenses de parte de Alfredo Mora Villanueva? Por un lado, su iniciativa o proactividad para dar origen al periódico; su persistencia para mantenerlo como un foro de comunicación imparcial y su optimismo que lo hacen ser una persona sencilla y accesible a todos.
Gracias por su lectura. José Luis García Salazarwww.productividadorganizacional.com

Andrés Ventura

Amables lectores, vamos a recordar ahora a un insigne insurgente yurecuarense, de quién, por azares del destino, no quedaron registradas en la historia mas que unas pocas líneas acerca de su vida. Cabe hacer la aclaración que para la elaboración de la presente columna, me he valido tanto de documentos históricos como de la leyenda del imaginario popular y me ha movido a hacerlo, el agradecimiento que le tengo no solo a él sino a muchos otros que me han legado motivos para sentirme orgulloso de pertenecer a estas tierras. He tomado datos históricos de tres fuentes: del periódico publicado en Puebla, en 1821, la “Imprenta Liberal de Troncoso Hermanos”; del libro “Salvemos a Chapala” de Martín Casillas, publicado por Editorial Diana en el año de 2004 y del periódico La Libertad, año 2º, No. 37 del año 1894.
Cuando en 1810 se inició la Guerra de Independencia de México, se hizo público lo siguiente: “La voz poderosa de Libertad que lanzara don Miguel Hidalgo y Costilla, hizo eco en Yurécuaro. Andrés Ventura, de la Comunidad indígena, organizó una partida de ciento y tantos insurgentes y se atrevieron a atacar La Barca, que estaba guarnecida por una fuerza considerable al mando del Comandante Tecacho. Pagaron cara su temeridad ya que la artillería española los destruyó y quedaron solamente cinco expedicionarios”. Ahora bien, la historia no nos dice si Andrés Ventura regresó a su pueblo o si se puso en contacto con los insurgentes que operaban en el lago de Chapala al mando de Encarnación Rosas de quien hablaremos un poco más adelante. El nombre de nuestro personaje volvió a aparecer, según la leyenda, cuando nos visitó Pedro Celestino Negrete en 1821.Como sabemos, el 24 de febrero de 1821, Vicente Guerrero, Agustín de Iturbide y otros insurgentes, firmaron el Plan de Iguala donde México declaraba su independencia. Iturbide dio forma al Ejército de las Tres garantías: Independencia, Religión y Unión y bajo su mando se encaminó a varios puntos del país para convencer a muchos combatientes realistas a que se unieran a la causa de la Independencia mexicana. Ya había estado en Zitácuaro, León, Celaya, Acámbaro y su gran deseo era el de convencer a José de la Cruz quien era Comandante General de la Nueva Galicia que en ese entonces representaba casi todo el occidente mexicano. El Comandante J. de la Cruz radicaba en Guadalajara y por lo tanto Iturbide viajó de Celaya a la hacienda de Santa Ana Pacueco al otro lado del río, junto a La Piedad- para iniciar contactos. De Santa Ana, Iturbide se trasladó a Yurécuaro el 27 de abril y se alojó en la que en ese entonces era la mejor finca de la población y estaba situada en el portal oriente de la plaza principal. Aquí hay que recordar que años antes, el pueblo había sido destruido por las tropas insurgentes del Padre Torres.Para entonces, Iturbide ya había contactado al Brigadier realista Pedro Celestino Negrete para que se uniera a su causa y acordaron reunirse en tierras michoacanas y escogieron a nuestro pueblo para llevar a cabo la entrevista. El 6 de mayo, Negrete se traslada de Zamora a Yurécuaro donde celebra la plática con Iturbide y se compromete con la causa de los insurgentes y al mismo tiempo, acepta el encargo para contactar a José de la Cruz. Cuando los yurecuarenses supieron del éxito de la entrevista, organizaron una amena fiesta donde convivieron con los que habían firmado el pacto para ayudar a que en los meses siguientes, se lograra la Independencia de nuestro país. Al día siguiente, Negrete partió rumbo a la Hacienda de San Antonio a preparar la entrevista entre Iturbide y José de la Cruz, misma que se celebró el 8 de mayo. Después de la reunión, Pedro C. Negrete regresó a Zamora; J. de la Cruz volvió a Guadalajara e Iturbide, regresó a Yurécuaro de donde envió una carta a Vicente Guerrero notificándole los resultados de la entrevista.
Ahora bien, según la leyenda, después de firmarse el pacto entre Iturbide y Negrete, se celebró una fiesta popular; durante la misma, Pedro Celestino Negrete le estaba platicando a Juan José Hidalgo, que en sus andanzas como realista había conocido a un combatiente insurgente que era originario de Yurécuaro. Su nombre era Andrés Ventura y por más de cuatro años acompañó a los insurgentes defendiendo la Isla de Mezcala en el Lago de Chapala. Andrés Ventura era muy aguerrido en las batallas navales que se suscitaron entre insurgentes y realistas; también se encargaba de transportar en canoa los víveres con que se alimentaban en la isla mientras duró su asedio y los traía de las poblaciones ribereñas del lago. Siempre burló la vigilancia ya que era diestro en el manejo de los remos, además de que conocía muy bien la hora propicia para navegar, por lo que los habitantes de la isla siempre pudieron alimentarse. Al final, siguió contando Negrete, capturamos la isla porque hubo una epidemia que mató a más de la mitad de los combatientes y probablemente, así fue como murió ese yurecuarense. Al proseguir su narración, Negrete mostró su mano a su interlocutor en la fiesta, y mencionó que en las batallas navales había perdido dos dedos: “y pa' acabarla de amolar, no fue con un disparo de fusil sino con una piedra que atinadamente me lanzaron con una honda” y diciendo esto, soltó la carcajada.
La defensa de la isla de Mezcala en el Lago de Chapala.Pocos mexicanos saben que durante nuestra Guerra de Independencia hubo batallas navales entre insurgentes y realistas. En este caso, hablamos de las suscitadas en el Lago de Chapala, escenario de algunas de las más heroicas acciones ocurridas hace dos siglos.La isla de Mezcala se encuentra a unos nueve kilómetros de la orilla del lago. No es muy grande pero tiene la gran ventaja de su altura desde la cual se puede observar a todo el que llegue hasta ella. Es un peñón escarpado donde se construyó un fuerte y varias viviendas con bodegas donde llegaron a vivir más de mil combatientes acompañados de sus familias y pasaron en ese lugar más de cuatro años. Alrededor de la isla los defensores hicieron cercas y clavaron estacas afiladas en el fondo del lago por lo que las embarcaciones que los atacaban, no podían desembarcar en la isla.En 1812, operaba en las poblaciones de la ribera del lago de Chapala, el insurgente José Encarnación Rosas quien después de varias batallas, decidió hacerse fuerte en la isla de Mezcala y junto con su lugarteniente, José Santa Ana y asesorados por el padre Marcos Castellanos, construyeron las defensas de la isla. En el fuerte, colocaron algunos cañones que habían arrebatado a los realistas en las batallas que libraron en poblaciones como Poncitlán, Tizapán y otras más. Los insurgentes, salían de la isla y atacaban destacamentos de soldados donde no los esperaban y después regresaban a la isla donde eran imbatibles. Uno de los que más persiguió a las fuerzas insurgentes fue el comandante realista Pedro Celestino Negrete, quien junto con el teniente coronel Ángel Linares reunieron una fuerza que posicionaron a la orilla del lago esperando por una lancha cañonera y varios botes grandes que habían mandado fabricar en el puerto de San Blas (Nayarit). Primera batalla naval.Fue el 26 de febrero de 1813 cuando se libró la primera batalla. Linares al mando de un destacamento partió en una canoa grande y 6 más pequeñas que zarparon de Jamay. En la isla, pronto los devisaron y se prepararon para recibirlos con una estratagema que habían preparado consistente en atacarlos directamente, subirse a las embarcaciones de los españoles y zarandearlas hasta que las volcaban en el agua; incluso, los insurgentes gritaban “¡al asalto mis valientes!”. Sólo una barca se libró de ser volcada o de caer en manos de los diestros remeros de la isla. En el abordaje murieron 60 soldados realistas, 18 cayeron prisioneros, entre los cuales estaba Linares quien fue ahorcado en el pueblo de Tizapán; en la isla fusilaron a 15 soldados y por causas desconocidas, perdonaron la vida a dos de ellos y los dejaron libres.Después de la derrota, el comandante José de la Cruz instaló un campo militar en la ribera oriente del lago, cerca del pueblo de Tlachichilco, lugar de nacimiento de J. Encarnación Rosas; allí esperó la llegada de 5 buques y otras embarcaciones con capacidad para cargar cañones. Mientras tanto, en la isla, sus habitantes se mantenían bien ejercitados y disciplinados y habían colocado 13 cañones traídos de Los Reyes; también habían improvisado una fábrica de pólvora y balas.Para surtir de alimentos, algunos de los pobladores de la isla, probablemente, entre ellos iba Andrés Ventura, salían constantemente a recorrer las poblaciones ribereñas e incluso hasta otras más lejanas como Atequiza, La Barca y Ocotlán.Segunda Batalla de Mezcala.El 20 de junio de 1813 se reunieron para atacar la isla el marino realista Felipe García y el coronel Pedro Celestino Negrete. Con una tropa de 600 hombres atacaron violentamente con sus cañones y fusiles y de la misma manera les contestaban los defensores de la isla, quienes además hacían uso de sus hondas y atinadamente les daban a los españoles. Estando en plena batalla, una piedra le dio en la mano al coronel Negrete que la tenía recargada en el filo del barco y le hizo perder los dedos meñique y anular por lo que tuvo que alejarse del fuego enemigo. Los españoles aunque pudieron desembarcar en la isla, perdieron varias embarcaciones, entre ellas el buque San Fernando que quedó intacto en poder de los insurgentes; también perdieron 200 soldados, entre ellos Felipe García y una gran cantidad de armas y parque.Bloqueo a la isla.Después de esta segunda batalla, el Comandante José de la Cruz, no se explicaba cómo unos indios con unas “pinches” canoas habían podido derrotarlos. Inmediatamente dispuso establecer un bloque para ver si podían rendir por hambre a los insurgentes. Alrededor de la isla situaron una barca flotante con cuatro cañones, además otras embarcaciones que daban continuos rondines. Los defensores no se rindieron y continuamente atacaban a los españoles usando la estratagema de nadar silenciosamente en la noche, subirse a las embarcaciones y volcarlas. También, nuestro héroe yurecuarense continuó saliendo a recolectar alimentos para la isla y acompañaba a los grupos que iban a batir a los españoles en las poblaciones donde estaban los destacamentos realistas. Esta rutina la siguieron durante otros tres años.Derrota de los insurgentes.A fines de agosto de 1816, un gran contingente de realistas derrotó a los insurgentes en las inmediaciones del lago, por el rumbo del cerro del Divisadero y dejaron tendidos en el campo de batalla a más de 300 hombres. Después de esta derrota, los isleños ya no pudieron salir tan libremente a las poblaciones ribereñas a recolectar comida y para agravar su situación, les cayó encima la peste bubónica ya que en la isla había miles de ratas y estaban infestados de pulgas. Casi todos los habitantes se contagiaron de la peste y muchos murieron pero aun así, no se querían rendir hasta que en noviembre de 1816, José de la Cruz les prometió el indulto y les dijo que les iba a reconstruir las poblaciones ribereñas de donde eran originarios, además de dotarlos con varias yuntas de bueyes, semilla y lo que fuera necesario para que continuaran su vida. Cuentan que el 25 de noviembre de 1816, cuando el altivo comandante José de la Cruz tomó posesión de la isla, pensaba que hallaría a muchos bravos guerreros y solamente estaban unos pocos ancianos y gente muy desnutrida. Cuando les preguntaba por alguno de sus dirigentes le contestaban: “¡Quen sabe siñor! A lo mejor se julló”. José de la Cruz no podía creer que esa gente había sido la que le opuso tan férrea defensa y lo haya derrotado en varias ocasiones durante más de cuatro años. Sin embargo, nosotros ahora sabemos que esos insurgentes tuvieron el valor y la entereza de defender un pedazo de tierra libre.
¿Cómo llegó a unirse Andrés Ventura a los insurgentes de la Isla de Mezcala?Recordemos que aquí en Yurécuaro, en 1810 se construyó una muralla para defender el pueblo contra los ataques insurgentes. Se estableció una guarnición al mando del comandante Manuel Pesquera y se combatió duramente a los partidarios de la independencia. Esto nos lleva a deducir que Andrés Ventura, después de su derrota en La Barca, fue considerado un delincuente y que no regresó a su pueblo porque podía ser encarcelado y condenado a muerte; por lo tanto, tomó camino rumbo al lago de Chapala y allí conoció a los que se habían levantado en armas igual que él. En aquel entonces las comunidades, si bien no estaban muy organizadas como para formar grandes ejércitos, si se comunicaban frecuentemente a través de los arrieros que recorrían los “Caminos Reales” que zurcaban todo el territorio y mediante ellos, sabían rápidamente sobre las noticias ocurridas en las diferentes poblaciones. Así fue como nuestro paisano Andrés Ventura, supo del levantamiento de Miguel Hidalgo y tomó la decisión de sumarse a la Guerra de Independencia impulsado por ese anhelo de libertad que también tuvieron otros mexicanos.
Andrés Ventura nos deja como legado el gran cariño por su gente, la comunidad indígena que él representaba. Su osadía y valor temerario que lo llevaron en dos ocasiones a ofrendar su vida: la primera cuando atacó la guarnición realista de La Barca y la segunda cuando, según la leyenda, se sumó a un millar de mexicanos que a sabiendas de que no iban a salir vivos de la Isla de Mezcala, pelearon durante más de cuatro años ante una fuerza militar que los sobrepasaba en armamento pero no en valor. Con Andrés Ventura, los yurecuarenses tenemos un héroe nacional del cual debemos sentirnos orgullosos y que en pago, le debemos recordar y honrar permanentemente.Gracias por su lectura.
José Luis García Salazarwww.productividadorganizacional.com